Resumen
Macrodactylus subspinosus es un escarabajo de Norteamérica que pertenece a la familia Scarabaeidae. M. subspinosus se encuentra desde el Este de Canadá hasta el estado de Colorado,[1] y es considerado una plaga agrícola de muchos cultivos y flores. Los miembros del género Macrodactylus son llamados "rose chafers" porque consumen las hojas de los rosales, aunque también se alimentan de muchas otras plantas.[2]En Europa, el nombre "rose chafer" se usa para otra especie de escarabajo, Cetonia aurata.
Etiquetas
Clasificación científica
La gente pregunta a menudo
¿Dónde vive normalmente el escarabajo de las rosas? |
¿Qué come el escarabajo de las rosas? |
¿Por qué se llama escarabajo de las rosas? |
Identificación
Este escarabajo tiene un cuerpo de color marrón-amarillento que mide aproximadamente 8-13 mm (0,3-0,5 pulgadas) de longitud, con alas que no cubren completamente el abdomen.[3] Tiene seis patas largas, espinosas y color marrón-rojizo, que gradualmente se tornan más oscuras hacia el extremo. Posee dos antenas cortas con una maza apical compuesta por los últimos tres segmentos, largos y aplanados, y sus partes bucales son masticadoras.[4] Su cuerpo está cubierto de pelos amarillos opacos que le dan un color característico, sin embargo con la edad y la actividad diaria los pelos se caen de la cabeza y el tórax revelando un color negro. Por consiguiente, es posible distinguir entre individuos jóvenes y viejos, pues estos últimos tienen menos pelos y son más oscuros en coloración. Las hembras tienden a perder más pelos, especialmente en el tórax debido al proceso de apareamiento, y pueden también tener una coloración más oscura.[5] Las hembras generalmente son más robustas que los machos.[3] Los huevos de M. susbpinosus miden alrededor de 1 mm de longitud y son ovales, blancos y brillantes. La larva es blanca y con forma de C, y desarrolla una cápsula marrón en la cabeza y tres pares de patas cuando madura. La pupa es marrón-amarillenta en color y mide cerca de 15 mm de longitud.[5]
Historia natural
Ciclo de vida Como miembro del orden Coleoptera, Macrodactylus subspinosus sufre metamorfosis completa durante su desarrollo. A finales de mayo, la larva de 18 mm de longitud se transforma en una pupa después de haber hibernado en el suelo a considerable profundidad. Una vez emergidos de la cápsula de la pupa, los adultos viven por 3-6 semanas, durante las cuales se alimentan de plantas y se aparean. Los huevos son puestos en suelos arenosos, a 15 cm de profundidad, y eclosionan en 1-3 semanas. Esta nueva generación de larvas se alimentará de las raíces de hierbas, maleza, y algunas plantas ornamentales de jardín durante el resto del verano, antes de enterrarse en el suelo para hibernar; estas larvas emergirán como adultos el año siguiente.[3][6] Comportamiento Luego que los adultos emergen entre finales de mayo y mediados de junio,[3][6] se agrupan en hojas, brotes, flores y frutos para alimentarse y aparearse. Masticando los tejidos vegetales, estos escarabajos inducen la liberación de compuestos volátiles de la planta. Usando sus antenas, pueden detectar compuestos en el aire y orientarse a sí mismos en la dirección de otros individuos de la misma especie, llevando a su agrupación. Los machos también se orientan preferencialmente hacia hembras vírgenes, aunque se desconoce si ellos detectan feromonas liberadas por las hembras vírgenes o los compuestos volátiles de las plantas donde éstas se alimentan.[7]
Impacto humano
Los adultos se alimentan del follaje, flores y frutos de muchas plantas, incluyendo uvas, manzanas, duraznos, rosas, y otras plantas frutales u ornamentales. En las rosas el escarabajo destruye las hojas, lo que resulta molesto para muchos jardineros. También representan un problema en los viñedos debido a que consumen las uvas en floración e igualmente destruyen las hojas. Usualmente tienden a aparecer en enjambres, pudiendo llegar a contarse más de 100 individuos por planta en los viñedos. Esta alta cantidad de daño puede resultar en una pérdida total del área fotosintéticamente activa de la hoja y una reducción o incapacidad de polinización. Las larvas también son perjudiciales, pues se alimentan de las raíces de las plantas, limitando su crecimiento.[2]