Dasymutilla occidentalis (hormiga de terciopelo rojo, hormiga de terciopelo oriental, hormiga de vaca o asesina de vacas), es una especie de avispa parasitoide nativa del este de los Estados Unidos. Se confunde comúnmente con un miembro de la verdadera familia de las hormigas, ya que la hembra no tiene alas. La especie se extiende desde Connecticut hasta Kansas en el norte y Florida hasta Texas en el sur. La hormiga de terciopelo del este es la más grande de las especies de hormigas de terciopelo en el este de los Estados Unidos, alcanzando una longitud aproximada de 0,75 pulgadas (1,9 cm). Los adultos muestran coloración aposemática, que consiste en una coloración general negra con un patrón rojo anaranjado en la superficie dorsal del tórax y el abdomen. Están cubiertos de pelo denso y aterciopelado.

Comúnmente confundida con una hormiga, debido a su apariencia y su nombre común, es una especie de avispa parasitoide en la que las hembras no tienen alas, como es el caso de todas las hembras de Mutillidae. Se puede reconocer por su distintivo color rojo, con una franja negra que atraviesa el abdomen. Las hembras son capaces de una picadura extremadamente dolorosa, de ahí el nombre de "asesino de vacas". Se mueven rápidamente y, a menudo, adoptan una postura defensiva cuando se ven amenazados. En lugar de crear nidos, las hembras buscan las celdas de cría de los asesinos de cigarras orientales y las avispas de la guardia de caballos, así como otros grandes miembros de Crabronidae que anidan en el suelo, donde depositan un huevo en una larva huésped. El huevo eclosiona rápidamente en una larva blanca sin patas, que consume al huésped y pasa por varias etapas larvarias antes de la pupación. A diferencia de las hembras, los machos tienen alas oscuras y translúcidas y no poseen aguijón. Los machos vuelan bajo sobre la hierba en busca de pareja. Ambos sexos hacen un ruido chirriante (estridulación) para advertir a los depredadores potenciales (otra forma de aposematismo en las hembras y automímismo en los machos).

La hormiga de terciopelo tiene múltiples estrategias defensivas, pero es mejor conocida por su picadura extremadamente dolorosa, lo que le valió el apodo de "asesino de vacas". Sus defensas incluyen un exoesqueleto engrosado, la capacidad de correr rápido y evasivo, coloración de advertencia, sonidos de advertencia estridulatorios, una secreción química y veneno.